Biografía

Para que os hagáis una idea soy Tanja Lutteropp, aquí un pequeño resumen de mi vida y cómo llegué a desarrollar mi método.

Nací en Kassel (Alemania) en 1987 y al cabo de dos años mis padres decidieron venir a España concretamente al Alt Empordà, Girona.

Morhlie fue nuestro primer animal, un gato. Con él aprendí rápidamente aTanja, Mohrlie y Balou 1998 respetar el espacio personal y los límites. Cuando nos dieron una perrita, llamada Balou, pude ver que ser líder no era una cuestión de tamaño sino de energía, aptitud y actitud ya que el gato era indiscutiblemente el jefe. Gracias a ellos aprendí mucho sobre la importancia de la jerarquía y el liderazgo.

Con 8 años empecé a montar a caballo. Más tarde descubrí mi pasión por la doma clásica ya que la armonía, sintonía y ligereza me atraían. Dando la impresión que el caballo lea los pensamientos de su jinete buscando la fluidez en los movimientos. Esto me fascinaba.

Cuando empecé a trabajar en una hípica presentaba caballos a concurso, y vi que aquella manera de trabajar no iba conmigo, a partir de aquí empecé a buscar otro camino. Años más tarde fui a Alemania a comprar un caballo, Cappuccino (Cappu), allí empecé a cambiar mi rumbo. Con él pude encontrar la armonía, unión, equilibrio y confianza que siempre buscaba.

Concurso Cappu 2008Concursé con Cappu en Cataluña (concursos territoriales y regionales), pero parecía que era más importante el movimiento de los anteriores a que hubiera actividad en los posteriores y que el caballo estuviera relajado, confiado y armonioso. En los concursos sólo veía caballos estresados e infelices. Este ambiente y la manera de juzgar no me motivaban y así decidí irme a Francia.

En 2010, cuando llevaba sólo 3 meses concursando en Francia, ganamos plata en el campeonato regional de Languedoc-Roussillon (ver noticia: “l’Indépendant” periódico nacional del 26/06/2010). Me podréis encontrar en varias publicaciones de aquel tiempo (y tiempos atrás), aunque por un error tipográfico me encontraréis como Tanya Lutteropp (solo en Francia). La manera de juzgar era más objetiva y se adaptaba más a mis principios, ya que valoraron más que el caballo fuera con ganas y relajado.


Gracias al trabajo y las experiencias en las hípicas, particulares y entrenadores encontré mi propio camino.

Cappu y yo volvimos a la tierra de la Tramontana. Concursando también en salto y en concurso completo, por amor al arte, seguimos aprendiendo y avanzando…

A mediados del 2013 se me cruzó un PRE (Pura Raza Española) de 4 años por el camino: Chibo (proveniente de la marca de café alemana Tschibo). Era difícil tanto en el manejo, como a la hora de trabajar y también de carácter. Él me enseñó que todos necesitan su propio ritmo, un plan de trabajo individual adaptado a cada personalidad, sea animal o humana. Sobre todo aprendí a tener paciencia, no rendirse nunca y a saber cambiar la perspectiva.

Hasta ahora nuestra familia de 4 patas ha ido creciendo y disminuyendo (perros: Balou y Kira, caballos: Cappu y Chibo y gatos: Mohrlie, Punky y Kitty). Cada animal nos enseña algo a su manera y he aprendido mucho de todos los animales que me han sido confiados. Estoy muy agradecida a cada uno de ellos por la confianza, el respeto y las experiencias que me han regalado. Gracias a todos ellos empecé a dar clases, cursos y seminarios para personas y sus animales (sobretodo perros y caballos).

vlcsnap-error266 (Small)Los animales son complejos y los conocimientos que se tiene sobre ellos van aumentando por esto siempre hay que estar aprendiendo. Actualmente estoy continuando formándome en la osteopatía para ayudar tanto personas como animales (caballos, perros, gatos…) basado en el método Poyet para poder ayudar también al bienestar físico.

Todas las enseñanzas y experiencias sirven para encontrar un método propio creando equilibrio y confianza entre los propietarios y sus animales. Basándose en la variedad en el trabajo, saber escuchar al animal, satisfacer las necesidades psíquicas y físicas; la importancia de un buen material: collar, correa, premios, juguetes, montura, embocadura, etc. Y un buen equipo humano nos ofrece un gran soporte: herrador, veterinario, dentista, osteópata, etólogo, etc.”

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